Cuando llega el verano, muchos pensamos en descanso, desconexión y vacaciones. Pero puede que llevemos en la maleta a un visitante no deseado: el bruxismo. Aunque se asocia comúnmente con el estrés laboral o la ansiedad, el bruxismo también puede aparecer (o agravarse) en los meses de calor. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Y qué podemos hacer para que no nos arruine las vacaciones?
¿Por qué puede aparecer el bruxismo en verano?
A pesar de que el verano suele relacionarse con el relax, la realidad es que muchas personas experimentan altos niveles de estrés en esta época. La organización de viajes, cambios de horarios, alteración del sueño, cuidado de los hijos o incluso el deseo de “aprovechar al máximo el tiempo libre” pueden generar una presión interna silenciosa que termina reflejándose en nuestra boca.
Una ola de calor insoportable, comer y cenar fuera cambiando nuestra rutina de alimentación o el aumento del consumo de bebidas alcohólicas pueden aumentar nuestro estrés provocando que aparezca el bruxismo mientras dormimos.
¿Cuáles son los síntomas del bruxismo?
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, especialmente durante el sueño. Muchos ni siquiera se dan cuenta, pero algunos síntomas pueden darnos una señal de lo que está pasando…
– Dolor o rigidez en la mandíbula al despertar
– Dolor de cabeza, especialmente en la sien o la zona cervical
– Sensibilidad dental al frío o al calor
– Dientes desgastados o fracturados
– Dolor en el oído sin causa aparente
– Sensación de no haber descansado bien
Si notas alguno de estos síntomas durante el verano, es muy probable que el bruxismo esté haciendo de las suyas.
¿Qué hacer si sospecho que tengo bruxismo?
Lo más importante es no ignorar los síntomas. Aunque parezcan molestias menores, puede derivar en problemas más serios a medio y largo plazo, como daños en el esmalte dental, desplazamientos de piezas o trastornos en la articulación temporomandibular (ATM).
En Dentare recomendamos una revisión antes de marcharte de vacaciones. Una simple visita puede evitarte muchos problemas durante el verano y ayudarte a disfrutar sin dolor ni tensiones.
¿Cuál es el tratamiento para el bruxismo?
Tras una valoración personalizada, el tratamiento más habitual para el bruxismo es la férula de descarga nocturna. Se trata de un dispositivo a medida, cómodo y fácil de usar, que protege tus dientes y relaja la musculatura de la mandíbula mientras duermes.
Además, también podemos ofrecerte recomendaciones sobre higiene del sueño, técnicas de relajación, alimentación y hábitos que pueden ayudarte a controlar el bruxismo de forma integral.
El bruxismo no debería ser un obstáculo para disfrutar del descanso que te mereces. Una revisión a tiempo puede marcar la diferencia entre unas vacaciones con molestias o unas vacaciones realmente reparadoras.
En Dentare, te ayudamos a ponerle freno antes de que empiece a afectar tu calidad de vida. Pide tu cita hoy mismo y empieza el verano con la tranquilidad de saber que tu sonrisa está en buenas manos.